¿En qué consiste?
En las últimas décadas se han vuelto populares las pruebas de ADN. Esto, especialmente, se debe a su mención en programas de televisión, telenovelas y series donde se resuelven casos de paternidad. Incluso, existen series televisivas de ciencia forense donde logran resolver los crímenes por modernas tecnologías en el análisis del ADN. Por esto, existe la interrogante; si estos test de ADN en la ciencia forense son, en realidad, como se muestran en estos programas de televisión. En caso contrario, cómo son exactamente estas pruebas de ADN; y cómo se utilizan para contribuir en el área criminalistas.
¿Qué es el ADN?
Primordialmente, el ADN o ácido desoxirribonucleico, es la sustancia que todos los seres vivos utilizan para guardar su información genética. Dentro de las células de todos los seres vivos se encuentra este ácido; y en él está codificado la información que nos hace un ser específico y nos diferencia de otros. Todos los seres humanos tenemos por duplicado nuestro material genético. Una parte la heredamos de nuestra madre y la otra de nuestro padre. Esto nos da nuestra individualidad. Incluso nuestros hermanos, cuando son hijos de la misma madre y del mismo padre, no heredan exactamente la misma mitad de cada uno de sus progenitores; excepto en los casos de los gemelos idénticos.
De esto podemos decir que, mediante el ADN es posible conseguir información que nos permite identificar con gran certeza a un individuo; algo similar a como se procede con las huellas dactilares. Para realizar este tipo de estudios suelen analizarse varios marcadores genéticos; también llamados microsatélites. Ellos tienen la característica de ser altamente polimórficos; en otras palabras, que existen variaciones de cada marcador en la población y por lo tanto, generalmente, son diferentes entre un individuo y otro.
Al producto del estudio de diferentes microsatélites se conoce como Genotipo. Este resulta ser único para cada individuo. Cuando se analizan 15 marcadores genéticos, todos ellos altamente polimórficos; se puede llegar a tener una certeza de identificación de un individuo de aproximadamente uno en cien mil billones; es decir, la probabilidad de encontrar al azar a dos personas con los 15 marcadores genéticos idénticos es casi cero.
Los test de ADN y la ciencia forense en los Estados Unidos
Debido a esto, las pruebas de ADN se utilizan en la ciencia forense para realizar la identificación de individuos. Por ejemplo, se puede comparar el contenido genético de una muestra dejada por un criminal cuando cometió un delito; esta muestra puede ser de sangre, semen, pelo, piel, etc.; con una muestra tomada a un sospechoso para ver si se trata de la misma persona. Realmente, en los Estados Unidos de América, actualmente a todos los prisioneros se les hace una toma de muestra para tener registrado su Genotipo; además de tener en su expediente una marca de sus huellas dactilares.
Esta información, junto con los genotipos obtenidos en muestras tomadas en escenas de crímenes, está almacenada en una gran base de datos. Ello permite a los investigadores ser mucho más eficiente en la resolución de sus casos. Con esto, existe mucha menos probabilidad de cometer un error. Asimismo, en muchas ocasiones, las pruebas de ADN permiten resolver casos que de otra manera hubiesen quedado sin conclusión. Incluso, actualmente, permite resolver casos no resueltos por más de 20 años. Utilizando este tipo de técnicas se han encontrado criminales que se pensaba que era imposible identificar.
¿Cómo realizan los análisis de ADN los científicos forenses?
Las dos copias de los marcadores genéticos que un individuo hereda una del padre y la otra de la madre, generalmente no son iguales entre sí. Esto es debido al alto polimorfismo de los microsatélites. Sin embargo, forzosamente una de las copias de los marcadores genéticos de un individuo debe de ser igual a una de las de su padre y la otra a una de las de su madre.
De esta manera, las pruebas de ADN también pueden utilizarse para realizar análisis de paternidad. Estos, no solamente sirven para esclarecer dudas de carácter personal; sino que tienen una función importante en la impartición de justicia en casos legales de reconocimiento de paternidad con sus consecuentes asignaciones de derechos y obligaciones.
Estas pruebas de ADN también se utilizan para llevar a cabo el reconocimiento de cadáveres que, dado su estado de descomposición, resultan irreconocibles por otros métodos. Esto se hace comparando una muestra del cadáver con muestras de los supuestos padres o hijos del difunto. También con alguna muestra que dicha persona haya dejado en el pasado; por ejemplo, en su cepillo de dientes, su ropa u otros objetos personales.
Los ejércitos de algunos de los países del primer mundo almacenan en un banco de muestras el material genético de todos sus reclutas. Esto con el fin de prevenir que algún día puedan llegar a requerir llevar a cabo la identificación de alguno de ellos mediante estos métodos.
Otros estudios posibles con las pruebas de ADN
En otro orden de ideas, hay que destacar que también se pueden realizar estudios similares utilizando marcadores genéticos localizados en el cromosoma Y. Este cromosoma determina el sexo de una persona. Los hombres tienen un cromosoma Y y un cromosoma X; mientras que las mujeres tienen dos cromosomas X. Todos los hombres heredan su cromosoma Y de su padre. Esto permite que al analizar a este cromosoma se puede conocer la línea paterna de parientes de un individuo; inclusive saltando alguna generación. Con esto, se puede conocer si una persona es el abuelo paterno de otra sin necesidad de estudiar a la generación intermedia o si dos hombres son hermanos, hijos del mismo padre sin necesidad de estudiar al padre o si dos primos comparten al mismo abuelo paterno sin analizar a sus padres o al abuelo.
Cromosoma Y
El estudio del cromosoma Y, además permite analizar muestras en las que el ADN de un hombre esté mezclado con el ADN de una mujer; esto sin que el ADN de la mujer interfiera en el análisis. Estos casos suelen ocurrir cuando hay agresiones sexuales, donde se extrae una muestra de exudado vaginal. Este contiene una mezcla de células de la víctima y del agresor. Si al realizar pruebas de ADN en este tipo de muestras, el objetivo es comparar con muestras de un acusado, es de suma importancia contar con metodologías que permitan analizar la muestra adecuadamente. El análisis del cromosoma Y permite analizar muestras donde el ADN de la mujer se encuentre hasta 1000 veces más concentrado que el ADN del hombre.
ADN mitocondrial
Otro posible estudio mediante pruebas de ADN aplicado a la ciencia forense es el análisis del ADN mitocondrial. Este ADN tiene la característica de que se hereda por vía materna. De acuerdo a esto, todos tenemos el mismo ADN mitocondrial que nuestra madre, así como nuestros hermanos, hijos de la misma madre. Entonces, dos personas tienen la misma secuencia de ADN mitocondrial si se encuentran relacionados por vía materna.
Estas conexiones deben de ser exclusivamente maternas, y no estar interrumpidas por una conexión paterna. Dado lo tanto el ADN mitocondrial, al igual que los microsatélites del cromosoma Y, no permite identificar a un individuo en particular; pues puede ser confundido con sus hermanos; más bien indica a que familia pertenece, esto puede sin embargo resultar extremadamente útil en ciertas circunstancias. Además, una de las grandes ventajas del ADN mitocondrial radica en que es mucho más estable que el resto del ADN; por lo que se conserva incluso en cadáveres de varios años. Efectivamente, esto permite analizar fósiles de los hombres de las cavernas.
Aplicación de las pruebas de ADN en la antropología forense
Al presente, se encuentran realizando el proyecto “GENOGRAPHIC”. Este proyecto consiste en recolectar por lo menos 100,000 muestras genéticas de personas de alrededor de todo el mundo. Teniendo especial énfasis en los pueblos indígenas, o etnias minoritarias. A estas muestras se les analiza el ADN mitocondrial y el cromosoma Y con la intención de generar una especie de “árbol genealógico de la humanidad”.
De esta forma, se busca comprender mejor la historia genética y migratoria de la raza humana. Hasta el momento el proyecto a ratificado la idea de que la humanidad surgió en África y de ahí salió para poblar el mundo entero. Se comenzó a determinar las rutas migratorias que los antiguos humanos siguieron. También, se comprobó, por ejemplo, que los primeros pobladores de América provinieron de Asia a través del estrecho de Bering.
Es importante que este proyecto se realice con prontitud. Esto, debido a la gran capacidad de desplazamiento con la que contamos actualmente. Como consecuencia ha comenzado a llevar a la movilización de los distintos pueblos y sus individuos por todos los rincones del mundo. Esto podría enmascarar a las migraciones del pasado. Con esto queda claro que los las pruebas de ADN no solo tienen cabida en casos forenses, en la actualidad han permitido a los antropólogos y arqueólogos a fortalecer sus estudios en varios campos.
Distribución de la tecnología en el mundo
Es importante conocer que esta tecnología, aunque muy sofisticada, se encuentra cada vez más a la mano de la población en general. Muchos poblados de países subdesarrolladas o tercermundistas, cuentan con un laboratorio especializado en la realización de análisis de ADN. Estos laboratorios ofrecen sus servicios a la población en general. Asimismo, cuyos integrantes de los laboratorios fungen como peritos en casos legales que lo requieren.
Esta tecnología es ampliamente usada para investigar los delitos en los Estados Unidos. Cuando es destinada a esto, comprende un proceso minucioso y sistemático de descubrimiento, recolección e identificación de evidencias. Todo este procedimiento, para poder garantizar que las pruebas de culpabilidad contra el presunto autor del delito sean infalibles. Los sistemas jurídicos modernos exigen cada vez un mayor rigor científico durante todo el proceso penal. Esta rigurosidad se tiene con la finalidad de evitar errores que puedan vulnerar gravemente los derechos fundamentales del acusado.
En los Estados Unidos de América, entre las evidencias forenses más utilizadas en la actualidad, puede decirse que las pruebas para el análisis del ADN son las más aplicadas. Esta tecnología ha generado una revolución dentro de a la investigación criminal. Esta revolución se debe a las numerosas posibilidades de identificación que ofrecen las pruebas de ADN. La rama de la criminalística que se dedica a estudiar el ADN es la Genética Forense.
Objetivo del genetista forense
Las pruebas de ADN incluyen diferentes técnicas, de acuerdo al propósito y objetivo que se desea alcanzar. Como se sabe, existen análisis como las pruebas de paternidad, el estudio de restos biológicos de interés criminal como manchas de sangre, esperma, pelos, huesos, etc.; o las técnicas propias de la identificación.
El objetivo del perito en Genética Forense consiste en presentar sus resultados de la forma más fiable y rigurosa posible ante un juez o tribunal. Sin duda, la introducción del estudio probabilístico de la prueba en las ciencias forenses, es un enorme avance en la línea de aportar rigor a los estudios genéticos y reconocer su valía como prueba concluyente en una investigación criminal. El cálculo correcto de la expresión probabilística del valor de la prueba, su comunicación correcta y su entendimiento por los receptores de la pericia, continúa siendo el gran reto de la genética forense a nivel práctico y también científico.
El objetivo de la ciencia forense, al describir la relevancia de la prueba de ADN; tanto en la fase de investigación policial como en la fase de enjuiciamiento. Ello permite determina la responsabilidad penal del presunto autor de un delito. Para ello, se sientan las bases sobre la utilidad de la genética forense en el ámbito judicial, explicando las diferentes técnicas forenses utilizadas sobre ADN. Asimismo, describen los estándares de calidad requeridos para que la prueba de ADN sea válida. Por otra parte, se analiza la forma presentación de pruebas de ADN en un juicio. Esto desde el punto de vista científico como práctico e interpretativo. Esta fase es esencial para que un indicio de la investigación pueda presentar la suficiente fiabilidad y validez para adquirir el valor de prueba por parte de un juez o tribunal.